Agua pura


Agua pura


El agua (del latín aqua) es una sustancia cuya molécula está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O). Es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida

Se localiza principalmente en los océanos donde se concentra el 96,5% del agua total, los glaciares y casquetes polares poseen el 1,74%, los depósitos subterráneos (acuíferos), los permafrost y los glaciares continentales suponen el 1,72% y el restante 0,04% se reparte en orden decreciente entre lagos, humedad del suelo, atmósfera, embalses, ríos y seres vivos.

El agua es fundamental para todas las formas de vida conocidas. El hombre posee del 65% al 75% de su peso en agua. Los recursos naturales se han vuelto escasos con la creciente población mundial y según la ONU, actualmente 80 países del mundo sufren debido a la falta de agua.

El crecimiento de la población y la expansión de sus actividades económicas están presionando negativamente a los ecosistemas de las aguas costeras, los ríos, los lagos, los humedales y los acuíferos. A medida que la población se multiplica por cuatro, la extracción de agua se multiplica por seis y como consecuencia la calidad del agua se está reduciendo debido al aumento de la contaminación.

Debemos apoyar el desarrollo sostenible y sistemas de depuración para mejorar la calidad de los vertidos que provoca la actividad humana. La depuración del agua es el conjunto de tratamientos de tipo físico, químico o biológico que mejoran la calidad de las aguas o que eliminan o reducen la contaminación. Existen dos tipos de tratamientos: los que se aplican para obtener agua de calidad apta para el consumo humano y los que reducen la contaminación del agua en los vertidos a la naturaleza después de su uso.

Para regular el consumo humano, se calcula la pureza del agua en función de la presencia de toxinas, agentes contaminantes y microorganismos. El agua potable que no es igual al agua pura es considerada la apropiada para el consumo humano, ya que contiene un valor equilibrado de minerales que no son dañinos para la salud.

Habitualmente el agua potable es captada de embalses, manantiales o extraída del suelo mediante túneles artificiales o pozos de un acuífero. Asimismo se utiliza el agua de la lluvia, los ríos y los lagos. Pero en todos los casos el agua debe ser tratada para su consumo, y puede ser necesaria la extracción de sustancias disueltas, de sustancias sin disolver y de microorganismos perjudiciales para la salud. Existen diferentes tecnologías para potabilizar el agua: tratamientos de filtración, coagulación, floculación o decantación. Uno de los métodos populares es a través de la filtración del agua con arena, en donde únicamente se eliminan las sustancias sin disolver. Por otro lado mediante la cloración se logra eliminar microbios peligrosos. Existen técnicas más avanzadas de purificación del agua como la ósmosis inversa y la desalinización, un proceso por el cual se retira la sal del agua de mar.

El agua destinada al consumo humano es la que sirve para beber, cocinar, preparar alimentos u otros usos domésticos. Cada país tiene sus propias leyes de regulación sobre la calidad del agua destinada al consumo humano. Para asegurar que la salud no se vea perjudicada por agua en mal estado se debe controlar que no contenga ningún tipo de microorganismo, parásito o sustancia, en una cantidad o concentración que pueda suponer un peligro. Por lo tanto, debe estar totalmente exenta de las bacterias Escherichia coli y Enterococcus, y la presencia de determinadas sustacias químicas no puede superar ciertos límites, como por ejemplo tener menos de 50 miligramos de nitratos por litro de agua o menos de 2 miligramos de cobre y otras sustancias químicas.
Llegados a este punto es donde me gustaría hacer hincapié en la distinción entre el agua potable, que ya hemos venido comentando y el agua pura.
El agua potable es considerada agua "bebible" en el sentido que puede ser consumida por personas y animales sin riesgo de contraer enfermedades. Dicha agua ha sido tratada para su consumo humano según unos estándares de calidad determinados por las autoridades locales e internacionales.

En la Unión Europea la normativa 98/83/EU establece valores máximos y mínimos para el contenido en minerales, diferentes iones como cloruros, nitratos, nitritos, amonio, calcio, magnesio, fosfato, arsénico, etc., además de los gérmenes patógenos. El pH del agua potable debe estar entre 6,5 y 8,5. Los controles sobre el agua potable suelen ser más severos que los controles aplicados sobre las aguas minerales embotelladas.

En zonas con intensivo uso agrícola se hallan concentraciones de compuestos fitosanitarios por encima de lo permitido por el uso masivo de abonos minerales o la filtración de purines. El nitrógeno aplicado de esta manera que no es asimilado por las plantas es transformado por los microorganismos del suelo en nitrato y luego arrastrado por la agua de lluvia al nivel freático. También ponen en peligro el suministro de agua potable otros contaminantes medioambientales como el derrame de derivados del petróleo, lixiviados de minas, etc. 

Las causas de la no potabilidad del agua son:

Bacterias, virus; 
Minerales (en formas de partículas o disueltos), productos tóxicos; 
Depósitos o partículas en suspensión.

Ahora entendamos que es el agua pura. El agua pura no tiene olor, sabor, ni color, es decir, es incolora, insípida e inodora. Para obtener agua químicamente pura es necesario realizar diversos procesos físicos de purificación ya que el agua es capaz de disolver una gran cantidad de sustancias químicas, incluyendo gases.
Se llama agua destilada al agua que ha sido evaporada y posteriormente condensada. Al realizar este proceso se eliminan casi la totalidad de sustancias disueltas y microorganismos que suele contener el agua; es prácticamente la sustancia química pura H2O o en suma agua pura.

Para conseguir este agua pura es imprescindible un tratamiento exhaustivo que elimine todas las sustancias químicas y tóxicas que llegan a su hogar.

Al agregar cloro al tratamiento del agua para su consumo, el cloro puede reaccionar y formar productos nocivos derivados de los iones de la desinfección, com el trihalometanos (THM).

Además hay que añadir que el viaje que el agua realiza por la tuberías para llegar a nuestros hogares produce que el plomo pueda contaminar el agua.

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